Aunque se esperan resultados hermosos, la lipoescultura es una cirugía que tiene sus limitaciones y consecuencias: hay cambios de la sensibilidad de la zona operada, pigmetaciones oscuras, irregularidades, retracciones y asimetrías entre uno y otro lado, muchas veces secundarias a defectos previos en la postura o en la longitud de ambas extremidades del paciente y desde luego, complicaciones que obligan a detener la cirugía sin cumplir los pactado previamente por sangrado, baja de la presión arterial, disminución en la temperatura corporal, o de la oxigenación de la la paciente que no siempre pueden ser prevenidos.
El cuento mágico de que el paciente cambiará todo su cuerpo en una sola sesión, con grandes volúmenes extraídas y múltiples zonas, es falso, y alentala es un riesgo. Los resultados acompañados de dieta y ejercicio se observan hasta los seis meses para decidir la segunda o tercer sesión.