La pandemia COVID19 ha modificado radicalmente la forma de vidas de las personas y esto ha traído consigo inseguridad, rutinas que se han visto alteradas, presiones económicas y aislamiento social, lo cual ha incrementado a su vez la ansiedad y el estrés. Asimismo, el temor por enfermarse o que un ser querido lo haga, la incertidumbre sobre cuánto tiempo durará la pandemia y el futuro, el exceso de información y los rumores, pueden contribuir a incrementar la sensación de pérdida de control sobre nuestras vidas.
Aunado a lo anterior, las estadísticas muestran un aumento de estrés y trastornos de salud mental, por fortuna es posible evitarlos con ayuda, manteniendo informado de fuentes fiables y siguiendo una rutina para conservar sus prácticas diarias en la medida de lo posible o establezca nuevas actividades, tales como levantarse y acostarse a la misma hora, no descuidar la higiene personal, llevar alimentación saludable en horas fijas, hacer ejercicio de forma regular, establecer horarios para trabajar y descansar, así como reservar un tiempo para el ocio.