Si de tradiciones y costumbres se trata, México tiene mucho que presumir. Una de ellas es la gastronomía, la cual refleja no solo la creatividad de los platillos, sino también su historia y cultura. El uso del amaranto es un claro ejemplo. Y aunque lo conocemos en forma de alegría, elaborada con miel, pasas y cacahuates, esta versión representa solo una pequeña parte de sus usos y significados a lo largo del tiempo. La planta es originaria de Mesoamérica, es de diversos colores y ha sido explotada desde hace mas de 6 mil años. Su cultivo se volvió popular en las comunidades prehispánicas por ser resistente a las sequías.
Forma parte como un producto de la canasta básica en México por su valor nutrimental. Sin embargo el apoyo a los productores primarios deja mucho que desear para hacerse realidad.